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La fase del enamoramiento

Publicado en Relaciones

Las parejas durante un tiempo viven en una burbuja, posponiendo la realidad.Salvador Minuchin

Estar enamorados, nos lo han vendido en la literatura y en el cine, como una de las vivencias más hermosas de la vida,a pesar de todo, vienen acompañadas de otras cosas, no tan maravillosas ni de cuento de hadas.

Cualquier relación de pareja, generalmente, comienza con un enamoramiento. Se suele decir que la persona tiene un velo que no le deja ver con claridad, sin embargo, para quién lo experimenta, es lo más real del mundo. Es una forma de ver y ser vistos desde fuera, para ser tocados internamente y poder vivirse con otros pensamientos y sentimientos renovados. Es una clase de aceptación máxima, donde los dos van a vivir momentos fugaces de eternidad en nuestro mundo finito.

Cuando una pareja comienza a conocerse,en cada uno de ellos se alienta siempre un conjunto de expectativas, que esperan ver cumplidas en una promesa de proyección futura.El enamoramiento es un periodo de anhelos confesados, de vagas ensoñaciones y esperanzas declaradas o silenciadas y hay también muchos deseos inconscientes; en cualquier caso son experiencias muy vívidas. A menudo, la pareja inicia su mutuo conocimiento con su programa particular, como si la idea de satisfacer las necesidades personales, a través del otro/afuera un pacto convenido y firmado por ambos, sin la necesidad de ser hablado y con la convicción de que recibirá lo que él o ella quiere a cambio de lo que piensa dar al otro/a. Sin embargo, como procede en esta etapa, esta programación está basada en sus propias ideas y sensaciones. Algunas expectativas están condenadas al fracaso porque se basan en fantasías que, en realidad, ninguna relación podrá cumplir: Un sostén constante con el resto del mundo o una compañía que asegure contra la soledad.
El enamoramiento se suele vivir como una meta más que como un comienzo.Se fortalece la idea del propio valor, se afianza la autoestima y los enamorados se involucran en sentimientos de amor, deseos sexuales y ansias de permanecer largo tiempo junto al compañero. Son gratificaciones en tiempo presente, de intensa emocionabilidad, transformándose en una panacea contra el caos y la lucha de la propia vida, revelando una autoafirmación en la sublimación del otro,esta autoafirmación es entendida como cualquier medida activa tendiente al logro de objetivos.Hay que considerar, también, los aspectos de la defensa del yo, cuyo fin es proteger dicha autoafirmación. A medida que se va desarrollando esta etapa se pueden activar algunos mecanismos de defensa:
- Ante aquello que nos ocurre y lo que consideramos bueno hay una tendencia a protegemos del dolor que pueda traer consigo su pérdida.
-Hay una cierta incredulidad de lo que nos sucede, que nos esté pasando precisamente a nosotros, y todo esto viene acompañado de sentimientos de vulnerabilidad emocional, de algo de ansiedad y de mucha fantasía.
-La relación sexual se va convirtiendo en lícita y fácilmente asequible con un aumento de la intimidad y deseo de estar con el otro.No obstante, una creciente intimidad puede resultar amenazante para la individualidad y se activa, con frecuencia, una defensa por parte del individuo que suele ser perjudicial para la relación.
-Se comparten los Mitos o la imagen que tienen de sí mismos y apremia la visión de un mundo compartido, intentando encontrar puntos comunes,que funcionen de salvaguarda a una supuesta amenaza de sus reales diferencias. O, por el contrario, se alaban estas diferencias, percibiendo al otro/a como un ser exclusivo y único, fuera de lo común.
-Se interrelacionan los sentimientos de amor con el impulso sexual pasional y su satisfacción, que no siempre son equilibrados.
Culturalmente, estar enamorado nos lo han señalado solo como una proyección en el otro, cuando en realidad podemos, también, enamorarnos de proyectos de vida, y por qué no, de nosotros mismos, sin necesidad de ser narcisistas. Esto supone agrandar el foco del amor, en profundidad y en amplitud, en un movimiento que rompe la espiral de lo neurótico y se despliega en una pléyade de posibilidades amorosas.
Francisca del Pino
Socióloga. Especialista en Psicología Social
Terapia y Mediación con familia y Pareja.
Mov.676 05 02 52

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