Los Temidos Suspensos ¿Qué Hago?
Se acerca el fin de curso y, con él, las tan temidas notas. Si el niño aprueba todas, ¡genial! Pero ¿y si suspende?
Normalmente es algo esperado pero no por ello dejamos de sentir decepción, irritación y temor o miedo a no saber cómo hacer para que esta situación cambie. Y comienzan los castigos, los gritos, las reprimendas, las amenazas…
En muchos casos los padres sienten que podrían haber hecho algo más, otros piensan que las notas son un predictor de un futuro muy incierto. O se culpa al profesor en cuestión que no hace caso a mi hija.
Si añadimos la respuesta que nos pueden dar los chavales y a continuación os pongo unos ejemplos ya que pueden ser muy variadas:
- “Cómo os ponéis por nada, esto lo apruebo yo en septiembre”,que lo primero que te viene a la cabeza es ¡Madre mía, este niño está tonto! lo que exaspera más y más ganas de gritarle.
- “Me estás agobiando, y amargando la vida con los problemas que tengo yo” y entonces se añaden dos preocupaciones: el suspenso y la congoja porque ¡puede haber algo que le haga sentirse desgraciado! y ¡no me he dado cuenta!. (observa si cuando sale con los amigos le cambia la cara ).
- Le puede echar la culpa a los profesores, que le han tomado manía, que se aburre, que él ya no puede hacer más: y tú puedes entrar en su juego, justificando los suspensos.
- O el que llega diciendo “que es un fracasado, no vale para nada, os ha decepcionado..” y vosotros al final, acabáis consolándole.
- Y por supuesto el chaval también puede ser realista y saber que no ha estudiado y que tiene que mejorar cosas.
Fijaros con todo ésto la de emociones que se generan y lo fácil que es acabar perdiendo el control.
Hemos de tener en cuenta que nuestro papel en esta historia es hacer que los hijos asuman responsabilidades sobre sus actos, adquiera un grado de madurez y motivarlos al estudio; estudiar es su responsabilidad. Ellos deben de tomar conciencia ya que son los principales protagonistas de la historia, nosotros estamos ahí pero no podemos estudiar por ellos.
Por ello hemos querido dejar algunas pautas para afrontar la situación:
Mantén la calma: si ves que las notas son muy malas, malas o regulares y ves que te vas a enfadar, mejor que le digas a tu hijo: “más tarde hablamos”. Si le decimos que no sabe hacer nada, o que no vale para estudiar, etc., va a empeorar su rendimiento ya que estamos tocando en su autoestima.
Esperar un tiempo ayuda a bajar el nivel de excitación y ver las cosas desde otra perspectiva lo que permitirá mantener una comunicación más adecuada.
Escucha a tu hijo, intenta averiguar entre todos cuáles son las causas del suspenso. No nos quedemos con la primera respuesta, el objetivo es averiguar qué es lo que puede cambiar o modificar en su conducta para que los resultados sean diferentes..
Si puedes, habla con el profesor para ver en donde puede estar el problema y además, te puede dar algunas pautas a seguir.
Si decides establecer una consecuencia por el suspenso: que sea consensuado entre los padres y nunca levantarlo antes del tiempo previsto. El castigo ha de ser adecuado a la importancia del motivo que lo provoque. Y nunca retirar cosas que pueden ser positivas para ellos, por ejemplo: hacer deporte.
Más que castigar con quitar el móvil que puede ser un recurso muy socorrido. es mejor poner unas normas compartidas con él sobre su uso: cuando lo puede utilizar y cuando tiene que estar guardado y fuera de su alcance.
Hacer un plan de trabajo de forma conjunta: En un porcentaje alto, la causa del suspenso se debe a no haber estudiado los suficiente, tener un mal método de estudio, mala organización, distractores como el móvil, las redes sociales, la televisión, etc…
El plan incluye: como se va a organizar, tiempo que va a dedicar al estudio, siempre de forma realista teniendo en cuenta la dificultad y esfuerzo que requiere cada una de las asignaturas a estudiar.
Los Refuerzos ayudan a motivar: A parte de hacerle saber que puede aprobar y que confías en él, divide la meta en pequeños objetivos alcanzables que según se vayan cumpliendo puedan obtener ciertos privilegios..
Si pensáis interrumpir las vacaciones...: Tened en cuenta que es bueno compartir tiempos de ocio y calidad con nuestros hijos. Además, no deberíamos condicionar nuestro momento de descanso o de crecimiento personal a un boletín de notas.
¡Buena Suerte!
Isabel López Sánchez.
Artículo basado en “Cómo sobrevivir a los suspensos de tus hijos” de Carlos Pajuelo