Antonio, sus papás y su hermana se cambiaron de casa. Pero tan lejos que tuvieron que viajar en avión. ¡Parecía que nunca iban a llegar!

Antonio se despidió de todos sus amigos, de Roberto, de Juan, de Graciela, de María… de todos menos de Carlos, su mejor amigo que estaba malito y el viernes no pudo ir al colegio. “en cuando llegues le escribes una carta”, de dijo su mamá. Pero Antonio estaba tan triste que ni siquiera sus juguetes preferidos conseguían distraerle.

¡La nueva casa era enorme! Su habitación era muy grande, con una gran ventana con un gran árbol delante. Nada más llegar sonó el ding dong del timbre y unos ruidosos vecinos llenaron la cocina de dulces, pasteles y bebida: “ ¡Welcome!” “¡Welcome!” “¡Welcome!”

Por la noche estaban invitados a una cena con mucha gente y con muchísima comida encima de la mesa. Todo el mundo estaba muy contento y hablaban dando las gracias. “¡Antonio, wellcome! This girl is my daughter. Maria, say hello to Antonio!” “Hello Antonio, you come to play?”

Y adivinar de toda la comida, lo que más le gustó a Antonio...

TARTA DE CALABAZA O PUMPKIN PIE
Ingredientes (para ocho invitados): 600 gr. de calabaza cruda rallada 300 ml aceite de girasol 1 base de masa quebrada 250 gr de azúcar moreno Una pizca de sal 1 cucharadita de canela molida 1 cucharadita jengibre molido 1/2 cucharadita de nuez moscada molida 100 ml. de nata líquida (para montar, 35,1% MG) 200 ml. de leche entera 4 huevos La ralladura de 2 naranjas 150 gr de harina 15 gr de levadura química Azúcar glass para decorar con la plantilla de la calabaza de Halloween		¿Cómo hacemos? Precalentamos el horno a 200ºC. Forramos el molde con mantequilla y harina. Rallamos la calabaza por el lado ancho procurando no sacarle mucho líquido. Mezclamos los ingredientes secos, azúcar, sal, harina, especias, ralladura de naranja y levadura. Batimos los huevos con la leche, la nata y el aceite. Incorporamos la calabaza y finalmente los ingredientes secos. Mezclamos muy bien. Horneamos a 180ºC unos 50 minutos aproximadamente. Si pinchamos con una aguja nos aseguramos de conseguir el punto perfecto. Sacamos del horno cuando esté lista y espolvoreamos con el azúcar glass. Dejamos enfriar si podemos resistir a la tentación.

Autor-colaborador: Iván Pledemunt
Restaurante PLADEMUNT

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