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JUGAR, EL PROCESO CREATIVO

En los tiempos que corren, donde tablets, móviles o pantallas inundan nuestro día a día, es complicado identificar que es realmente el juego, y qué importancia tienen los juguetes en la vida de los niños/as.

En cuanto nuestros hijos/as hacen cualquier cosa por si mismos/as, un dibujo, una figura de plastilina, una torre enorme de construcción, nos alegra y les felicitamos, pero a menudo, nuestros hijos/as lo hacen para obtener nuestra aprobación, para sentirse aceptados, su estimulo surge a menudo influenciado, de muchas fuentes, sobretodo la televisión, o para conseguir la atención del adulto/a.

Cuando están jugando de verdad, solos/as o en grupo, están imitando escenas cotidianas, para los niños/as los adultos/as son su figura de referencia, su fuente de imitación e inspiración, cómo el adulto/a se relaciona en la calle, en la tienda, con los amigos, todas estas experiencias que impulsan a los niños/as hacia esta actividad que llamamos jugar, y la mayor satisfacción surge cuando algo ha requerido mucho esfuerzo, cuando el niño/a desea algo (una ambulancia), y usa su imaginación para conseguirla, destreza, paciencia y fuerza de voluntad, y es ahí donde están en el proceso hacia lo creativo, curiosamente después de haber estado creando esta “ambulancia”, con sus trozos e cartón de volante, con sus tela de techo, minutos antes o justo después lo destrozan, para construir de ahí otra cosa, o volverlo a transformar en otro lugar.

Ahí está clave, jugar significa estar en un proceso creativo y no sólo jugar con productos acabados, jugar con un palo que sirve de lanza, escopeta o varita mágica, jugar con una caja donde será su refugio, guarida o el avión más galáctico.

El niño es un ser en cambio, y en su entorno necesita la posibilidad de transformar y crear algo nuevo, lo acabado no les otorga vitalidad, solo debería ser un elemento sugerente que les llevase o acompañase en el juego real.

Hoy en día en nuestros hogares, en las habitaciones infantiles de los más pequeños, están rodeados de juguetes concretos y con formas muy claras, el aspecto de un juguete da placer pero solo su uso da serenidad, lo que mantiene serenos y felices es la actividad, y el juego es la manifestación de algo muy serio y vital para ellos/as.

Aprenden jugando, crecen jugando, conectan jugando y sin juego no hay transformación, es algo innato, algo que les pertenece y necesitan, reflexionemos pues sobre, el juego, los juguetes y su manera de crecer con ellos.

Articulo por:
Andrea Piñero Cabeza

Reflexión sacada de Jean Paul, “Levana o teoría de la educación”

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