Evitar los conflictos familiares
Suele ser habitual que al llegar las vacaciones de lxs niñxos y adolescentes, el orden en las rutinas se tambalea .
Entonces surgen los reproches y malestares que nos hacen disfrutar menos de estos momentos compartidos en familia.
Por ello, es importante, PREVENIR. Es decir, antes de vernos apagando fuegos porque las tareas no están hechas, los horarios de comidas son un caos, o nos agobia pensar que nuestro hijo “está desaprovechando las vacaciones”, etc. merece la pena pararnos a pensar cómo podemos organizar los diferentes ámbitos de la vida familiar, de manera que todos podamos disfrutar de las vacaciones.
A continuación os damos algunas pautas que pueden servir para esta previsión:
En este ejercicio de reflexión, comenzar por pensar los objetivos que queremos conseguir en vacaciones con nuestr@s hij@s, para no perdernos en querer controlar todo y quitarles responsabilidad. No olvidar que el primer objetivo del verano será disfrutar, descansar y evadirnos.
Nos puede ayudar diferenciar qué comportamientos concretos de nuestros hijos nos gustaría cambiar. Hacer un listado realista, con aquellos comportamientos que más nos preocupen. La manera de diferenciar es dividirlos en:
1.Nos preocupan. No tenemos control sobre ellos.
Pasa mucho de su tiempo libre con el móvil.
Me gustaría que leyera más.
Sus amigos fuman. No recoge las cosas.
2.Nos afectan. Sí tenemos control sobre ellos.
No recoge las cosas.
No dedica tiempo a estudiar para septiembre.
Llega a casa bajo los efectos de drogas.
Una vez hecha esta reflexión, debemos atender a los comportamientos del apartado 2, pensando cómo afrontarlos mediante normas y límites, o simplemente con medidas creativas que nos permitan adelantarnos a los conflictos (por ejemplo, tabla de tareas del hogar con puntos). Si esta lista es demasiado larga, habrá que priorizar los que más afecten a la convivencia.
El mejor modelo lo ponemos nosotros compartiendo entre todos las responsabilidades, utilizando saludablemente el tiempo de ocio, etc.
ÁMBITOS A TENER EN CUENTA:
A) Ocio y tiempo libre.
- Una vez delimitados los tiempos y espacios de cada uno: Entender que el tiempo libre es de su disfrute y pueden dedicarlo a lo que quieran, siempre que no pongan en riesgo su salud o la de los demás.
- En la parte que nos preocupa su utilización del tiempo libre, podemos acompañarle a descubrir sus intereses y fomentar que piensen actividades o dedicaciones nuevas.
- Los objetivos del ocio saludable del adolescente han de ser: disfrutar, sentirse bien con uno mismo, descubrir aficiones, conocer gente, evadirse de sus problemas, etc.
- El ocio no puede ser impuesto o suponer una fuente de malestar para ellos, igual que para los adultos. No pensar que sus gustos van a ser los mismos que los nuestros.
B) Tareas del hogar.
- Delimitar claramente qué se espera de ellos en cuanto a trabajo en casa. Los que tengan sus tareas claras, mantenerlas o iniciar una organización de tareas veraniegas si disponen de más tiempo.
- El verano puede ser un buen momento para que los que no tienen responsabilidades en las tareas de casa se inicien en ellas. Podremos dedicarles más tiempo para enseñarles en sus primeras tareas, para luego dejar que sea su responsabilidad.
- Métodos que suelen funcionar son: horarios o tablas con tareas y encargados de ellas, contratos con beneficios que pueden conseguir cumpliéndolas, programar las tareas antes que el tiempo de ocio. Sobre todo es importante dedicar tiempo a hacerles partícipes de la organización y ser flexible con sus propuestas para que se impliquen en el proceso de organización.
- Tener previsto qué hacer si no se cumplen las tareas a las que se han comprometido, acordarlo y ser consecuente con ello.
C) Organización del estudio.
- Al igual que con las tareas de casa, mantener una conversación al inicio de las vacaciones dónde tengamos clara cuál va a ser su organización en cuanto a tareas de refuerzo o recuperación de asignaturas.
- En este caso, preguntar primero qué tienen pensado, ya que debemos transmitirles que los estudios son su responsabilidad, aunque nosotros nos aseguraremos de que la cumplan.
- No ocupar todos los días de las vacaciones, aunque haya muchas asignaturas pendientes. Necesitan desconectar del curso para poder rendir en verano.
- El plan de estudio que les ayudemos a construir ha de ser personalizado, realista, concreto y por escrito.
- El adolescente ha de tener claro los privilegios que podrá tener si lo cumple o pérdida de los mismos si no lo hace.
D)Horarios
- Este es otro ámbito en el que pueden aparecer discusiones debido a que los adolescentes suelen reclamar mayor libertad para salir, levantarse tarde, etc. Debemos entender estas peticiones desde su edad y momento evolutivo.
- El entenderles y flexibilizar horarios con respecto al período lectivo no significa que no delimitemos los tiempos para seguir cuidando los hábitos.
- Es importante preservar los momentos importantes para cada familia: comida o cena juntos, actividades de ocio compartidas, etc. Que no tengamos la sensación que dependemos nosotros de sus horarios de ocio.
- Sobre todo que las tareas acordadas no se vean afectadas por no cumplir los horarios de llegada, de levantarse, etc. Será más fácil razonárselo desde que hay responsabilidades concretas que cumplir, que transmitirles que se tienen que levantar pronto porque sí. Les costará más cumplirlo.
Afip Alcalá
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