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Trastornos de la conducta alimentaria

Una gran cantidad de personas y no solo chicas adolescentes, deciden comenzar dietas para intentar perder peso.

Por suerte, no todas estas personas desarrollarán un trastorno de la conducta alimentaria,pero muchas de ellas continuarán controlando su dieta a través de formas cada vez más extremas, lo que podrá alterar los mecanismos de auto regulación alimentaria, y pueden terminar por desarrollar alguno de los trastornos de la conducta alimentaria (TAC): anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, trastorno por atracón o un trastorno no especificado de la alimentación.

Considerar que los trastornos de la conducta alimentaria son solamente un signo de problemas con la comida, es cuando menos, reduccionista. El exceso de control o descontrol con la comida, está asociado con la búsqueda de métodos para calmar la ansiedad, llenar un vacío, olvidar problemas de difícil solución o evitar afrontarlos.

Tal y como señala R. Calvo Sagardoy, una vez instaurado el control o descontrol alimentación, las personas con un TCA empieza a realizar cambios en su forma de pensar, sentir y comportarse, lo que a su vez potencia la desorganización familiar. Los familiares tendrán serias dificultades para comprender los cambios que se han generado en sus hijos/as, y las familias comenzarán a estar desbordadas por la situación.

Todos los modelos terapéuticos están de acuerdo en la importancia que tiene el contexto, y en especial, la familia, en el manejo de esta sintomatología , y la posterior recuperación de los pacientes. Los actuales modelos explicativos de los TCA coinciden en señalar que son trastornos multidimensionales y complejos que se deben a la confluencia de factores psicológicos, biológicos, socioculturales e interpersonales.

La detección precoz de este tipo de dificultades es una de las variables que más ponderan en el mejor pronóstico. Sin embargo, la extrema asiedad de los padres o tomar una actitud persecutoria puede dificultar la tarea, pues el paciente puede rechazar por completo toda ayuda.

En este sentido, es importante señalar como el tratamiento psicoterapéutico puede iniciarse o ser coetáneo, en muchos casos, al asesoramiento familiar. Para después trabajar a nivel individual con el paciente en el intento de descubrir los factores psicológicos que generan el sufrimiento que se manifiesta a través de los síntomas.

ALICIA PERÉZ RODÍGUEZ
PSICÓLOGA ESPECIALISTA EN PSICOLOGÍA CLÍNICA

Tlf: 636-368-372.
Nº Colegiada M-23872

 

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