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La familia un lugar de pertenencia

“La familia es una organización interactiva interna y consiste en un intercambio secuencial de conductas que se influyen recíprocamente”.Mara Selvini

Al mirar en el interior de las historias de una familia, puede que uno quede súbitamente atrapado por múltiples tramas, como si se tratara de una de las mejores novelas de suspense. El reconocido terapeuta de familia Minuchin dice que “Son historias caprichosas, desafiantes, absurdas o dramáticas, pero todas son perturbadoras, pues provocan la exasperante sensación de ser completas” en el sentido de que parece que hay una necesidad de tener la trama familiar bajo control. Sin embargo, la realidad se impone y pocas historias se repiten, a pesar de que algunos argumentos puedan pasar de generación en generación. La realidad es que no existe un final para la trama, como ocurren en las películas. Sino que en la historia de una sola generación familiar surgen nuevos comienzos de frustraciones, esperanza, miedos y éxitos ,dolores y alegrías y todo sucede en el funcionamiento de un sistema familiar, con sus diferentes momentos a lo largo de la vida; donde los guiones de las historias de familia son escritos con la participación de todos los miembros de la familia, y al mismo tiempo los excede, porque el sistema familiar es algo más grande que cada uno de sus componentes a la cual todos pertenecemos, a una familia única e irrepetible.
Mis propias experiencias personales me llevaron a interesarme por la comprensión de la familia, y a darme cuenta de la enorme importancia que tienen los cambios que ocurren en la dinámica de los ciclos familiares y en sus historias de vida. Esos cambios, ya sean elegidos o fortuitos son relevantes porque van definiendo las tramas particulares de cada familia y el rumbo que van tomando los acontecimientos, en ocasiones previsibles y en otros casos inesperados, porque la vida también lleva su propio curso. La importancia de los cambios es
gestionar las dificultades y las crisis que puedan suponer, percibiendo tanto las pérdidas como las ganancias, sabiendo que con la toma de decisiones participamos activamente en nuestras propias historias familiares. Sobre las transformaciones que se producen en el seno de todas las familias, es necesario recordarnos que cada familia tiene más posibilidades que las que conocen.
En mi experiencia de tratar con familias he podido observar que muchas personas de tanto huir de sus familias- como una forma de protección emocional y psicológica-cada vez se han ido acercando más a ella, al menos, en un posicionamiento interno de elegir cuál es su participación o incluso evitación de algunos roles que les han sido adjudicados sin su propio consentimiento. Al darse cuenta de esto, comienzan a tener la oportunidad de vivir de una forma más coherente, teniendo en cuenta su propio consentimiento y eso tiene un nombre, asumir un poco más de libertad para Ser. Cada cual pretende retratar la vida o panoramas de la vida según cómo la experimenta, pero en esa experimentación hay un contexto de personas relacionándose entre sí e influyéndose mutuamente; la familia es uno de esos panoramas donde creamos una gran parte de nuestra historia de vida, no nos determina totalmente pero modela muchos bordes de nuestra autoimagen con la que nos presentamos ante los demás y funcionamos en el mundo. Desde esta conciencia es más fácil asumir la gran importancia que tiene el trato que damos y recibimos de nuestra familia biológica y de la nuestra propia.
Mientras las familias narran sus dramáticos relatos de su historia de vida se va revelando reglas ocultas, que atrapan a sus miembros en roles, en ocasiones, asfixiantes o limitantes. En las sesiones de terapia, con confrontación y compasión se desanuda las pautas autodestructivas que nutren los conflictos matrimoniales, las dificultades con los hijos, los problemas de adaptación a la vejez y la jubilación, y otras crisis de las diversas etapas del ciclo vital de la familia. Muchas veces el dolor que sufre una familia es provocado por su resistencia al cambio. Asumir la responsabilidad que supone el rol de ser hijo/a, hermano/a, nieto/a, pareja o padres; es asumir también grados de libertad para participar en la creación de historias de nuestra vida familiar, que valgan la pena ser contadas y transmitidas a las siguientes generaciones con la dignidad que se merecen.
Te deseo una feliz trama familiar para el 2017!!!
Francisca del Pino
Socióloga.Especialidad Psicología Social
Terapeuta y Mediadora familiar Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
tfno:676 05 02 52

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