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El contenido de la palabra amor

Publicado en Relaciones

Las relaciones humanas se ordenan desde la emoción y no desde la razón, aunque la razón dé forma al hacer que el emocionar decide.Maturana(1995).

Amor es una palabra deseable, por esa razón, quizás tenga sentido definirla, aunque , ciertamente manoseada, no es banal, muy al contrario, es fundamental, cotidiana y tan básica que de ella depende el desarrollo de la vida de un ser humano. El biólogo y constructivista Maturana afirma que el “amor no es ciego sino que es visionario, porque uno ve al otro en la medida en que uno no le exige ser otro/a” adaptándose a las propias expectativas, porque para poder generar un espacio de convivencia consensuado y en armonía solo puede hacerse en una aceptación mutua.

Una de las mayores afecciones de las personas es no sentirse amadas, en cambio, pocas veces se paran a pensar en cómo aman, esto supone, realmente, un verdadero desafío. Un amor malentendido seria aquel que acusa al otro de no ser como debiera ser según nuestras ideas preconcebidas, porque nadie debe ser de ninguna manera ya que como sea siempre dependerá de cómo y con quién viva y de las circunstancias de ese vivir. Entender que el amor es el punto de partida que configura lo humano es aceptar que es un sentimiento inherente al vivir en relación con otros; en un ir haciendo cosas juntos y en un vincularse sentimentalmente, se va configurando una relación en el tiempo. No hay que menospreciar un lugar cotidiano para el amor, y más aún, cuando sabemos que la angustia y el sufrimiento humano pertenece ,también, al ámbito nuestras relaciones; sobre todo de aquellas personas que son importantes y participan de una u otra forma en dar significado a nuestra historia de vida.

Existe, también una tendencia a creer que el amor solo está allí donde todas las cosas que uno hace y recibe en la relación resulten siempre bien; la decepción puede tener su origen en una creencia romántica de que en la relación resulte todo según nuestros deseos, en ocasiones alejados de un principio de realidad, porque el vivir nos demuestra que la mayor parte de las cosas que uno hace andan más o menos, algunas resultan bien y otras no tanto ; es precisamente el apego a que resulten bien uno de los motivos de infelicidad, en especial cuando nos relacionamos desde la exigencia de una expectativa, ya que su incumplimiento termina siendo la medida a nuestro grado de felicidad. Si afirmamos que el amor legitima a la persona, entonces, la agresión por eje. sería una emoción de negación hacia ese otro/a. Legitimarme con otra persona incluye, hacerme cargo de una conducta responsable hacia las consecuencias de mi hacer con él o ella.

En resumen, aunque amor sea una palabra aparentemente denodada o adulterada, cabe una multiplicidad de definiciones, además, su puesta en práctica -entendida de tantas formas diferentes, por unos y por otros- tiene algo en común: Su capacidad para sorprender con resultados inesperados. Las acciones hechas con amor -que son uno de los quehaceres humanos con más razón de ser -son expresadas a través del dar y el recibir.

Dada sus benévolas consecuencias para nuestra vida y relaciones ,no podemos permitir que esta emoción se aleje por mucho tiempo, ya que, los indeseados efectos causados por su ausencia no tardaría en hacerse visibles.

Francisca del Pino

Socióloga. Especialista en Psicología Social

Terapeuta y mediadora de familias y parejas.Tfno:676 05 02 52

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